lunes, 22 de noviembre de 2010

Vive mi realidad


Siempre he creído que la gente debe soñar y trabajar para que los sueños se realicen y no se queden solo en sueños porque no servirían de nada. Este concepto lo tuve hasta que me hicieron estamparme contra la realidad que algunos quieren ver. Hay veces que no basta soñar, me dicen; deja de ser idealista y pisa tierra. No estoy de acuerdo.
El truncar sueños, a mi parecer, crea gente frustrada que piensa que todos debemos aterrizar los sueños y adecuarnos a ser empresarios o pertenecer a una empresa como empleados. Para mi, nunca, en serio nunca, debemos dejar los sueños incompletos. Ninguna realidad es mayor que lo que tu te proyectas a ser, sino lean las biografías de Juan Pablo II o de Beethoven, solo por dar unos ejemplos. Sus realidades, de niños, eran las peores, en momentos de guerra o en pobreza extrema y ¿qué terminaron siendo? extraordinarios.
Solo los que luchan por su sueño son inmortales. Solo los que van en contra de lo "normal" en un momento determinado. Ellos quedan en la mente de las personas, sirven de motivación a otros, quedan sus nombres en los libros, perduran en el tiempo.
Hay gente que te dice que acomodes tus sueños, que los hagas aterrizar de la nube en que están. Estas personas, creo yo, no pudieron cumplir sus sueños y por eso te dicen eso. Nunca, pero nunca "aterrices" tus sueños porque desde ese momento los empiezas a matar. 
Para finalizar quiero decirles que no hay nada más valioso, ni el dinero ni el poder, para una persona que sus sueños. Debemos tratar que estos se vuelvan realidad y si es necesario morir en el intento pero hacerlo porque si no lo haces toda tu vida te vas a arrepentir de no haberlo hecho y eso no te va a gustar. No se van a querer levantar de la cama pensando que les gusta más la política o la literatura, y luego se dan cuenta que están camino a una clase de cálculo que no tiene nada que ver con ustedes. Por favor, luchen  por su sueños.


Christian Soto