jueves, 25 de noviembre de 2010

Mi boda con la verdad.


Con mi poca experiencia en el amor, me pregunto: ¿me voy a casar? Y mi amiga a quien le voy a llamar sociedad me responde: ¿Cómo no te vas  a casar? a lo que le digo ¿Cómo que como?, por qué es tan obvio que sí me voy a casar. Me duele pensarlo y me cuesta aceptarlo, pero cabe la posibilidad de que no. Me encantaría tener la seguridad de que sí, pero es imposible asegurarlo, el destino de cualquiera es un misterio y la felicidad no la encuentran todos caminando el mismo camino, cada uno, por ser un ser distinto y especial, tiene una forma diferente de ser feliz. Por eso, es real: la felicidad no se encuentra solo al casarse. En verdad, puedo decir que a todas las mujeres nos pasa que tenemos miedo a no casarnos y a los hombres obviamente que también, aunque no lo digan explícitamente, ellos se mueren de miedo.
En este mundo, hay millones de cosas por hacer; por ejemplo, hay muchos niños a quienes alimentar, muchos ancianos por cuidar, muchos derechos por hacer valer, tenemos mucho trabajo. También, hay mucho por aprender, disfrutar, conquistar (y no necesariamente hombres o mujeres). Tenemos tantas opciones, como para obsesionarnos por una sola. En este mundo, hay muchas puertas que se abren, pero estamos distraídos o empecinados con algo, o simplemente no queremos atrevernos a hacer algo diferente. Cada vez que pienso en esto me da miedo y tristeza, pero después me pongo a pensar en mis sueños y en mi destino; todos tenemos una misión en el mundo y sería extraño que todos tengamos que casarnos, pienso que debe haber algo más.
Bueno y si me caso a los 70 supongo que coincido con el que escribió esta frase:”No existe una edad apropiada para casarse, sino una persona apropiada para hacerlo” y si no me caso, entonces es porque eso no habría encajado con mi vida y, seguramente, hubiera hecho a un lado a mi sonrisa.

Jimena Rodriguez

Trasplante de vertebras


Hoy tenemos dos noticias nuevamente. Sebastian, que debería escribir hoy, no va a poder por motivos académicos, por eso es que hoy tenemos a otra invitada: Jimena Rodriguez Ormeño. Ella es una persona de confianza que nos va a ayudar hoy. Tu columna vertebral le da la bienvenida. Gracias