lunes, 29 de noviembre de 2010

"Dios te va a perseguir, maldito"


Estas eran las palabras que, comprensiblemente, salían de la boca de la esposa de un cerrajero que esta postrado en una cama por culpa de unos delincuentes. Esta noticia me indignó mucho y a algunos familiares les hizo pronunciar las palabras:”pena de muerte”. Una pena.
Lima, y en general el Perú, están en una increíble alza de delincuencia. Según une encuesta publicada en Perú21, en Lima casi el total de personas encuestadas se siente inseguro. Según Time, somos los principales productores de billetes falsos del mundo. Además somos los principales productores de coca del mundo; a esto hay que agregar que hay sicarios, terroristas modernos y mucha falta de educación. Ahora, si sumamos todo esto con el tan promocionado crecimiento económico del Perú, yo calculo que sale igual que sumar el actual México con el Colombia de los 80, 90 e inicios del 2000. Si yo fuera presidente, no podría dormir tranquilo, no podría comer en paz sabiendo lo que viene.
Hay que trabajar y mucho. No es justo que ahora los niños no puedan salir a jugar seguros a los parques o salir con sus padres porque unos marcas le disparan y los dejan parapléjicos. Me estoy empezando a irritar y en serio los quiero insultar pero eso no se puede aquí.
Me doy cuenta que tengo que dar soluciones y ya he pensado en algunas: la legalización de las drogas, la reforma penal, el endurecimiento de las pena, el incremento de la presencia del estado en zonas como el VRAE o Madre de dios, la mejora de la educación y la inversión en armamento para combatir terroristas y la delincuencia en las calles.
Estamos creciendo y esto resulta muy atractivo para los narcotraficantes y mafias extranjeras. Yo sueño con un país pacífico, con la unión de todos los peruanos, con la libertad de todos y estos hechos atacan mis sueños. Hagamos algo todos desde los gobernantes hasta nosotros.


Christian Soto