lunes, 17 de enero de 2011

A perro viejo no se le enseñan mañas nuevas.

El APRA, sin duda, ha dado la noticia del mes o por lo menos de la semana. ¿La renuncia de Mercedes Araoz es un escándalo o un simple proceso que ya se veía venir?
Al saber que el APRA ha ratificado a su secretario general para que este presente en la lista congresal, hay que tomar en cuenta varios factores. Unos pocos militantes apristas fueron a las urnas. Obviamente los apristas están con su secretario y no con la independiente con la que han firmado la alianza meche-APRA, eso significa que la mayoría de gente que voto, simpatizaba con Del Castillo.
En este proceso, los apristas contaron con que Mercedes se iba a alinear con ellos pero no fue así. Primero, Del Castillo es una persona que busca hacer favores para que luego se los devuelvas. “uno deja que entren a su casa, y luego no lo dejan entrar a ella” son palabras salidas de su boca (literalmente no pero son similares) que demuestran como que Del Castillo quería que Meche se acordara que le debía un favor. Segundo, Mercedes tenía buenas intensiones con el APRA, más no con sus altos dirigentes que parecen haber pateado las ideas de Haya y haber asumido las suyas. Meche quería la reforma de ese partido que se está pudriendo por dentro. Quería que los jóvenes dirijan, que la gente limpia de corrupción tome protagonismo pero el partido le dio la espalda y es que en ese partido más valen los beneficios personales que el beneficio del partido en si.
Ahora no se que pueda pasar con el APRA. Yo pensé que a Mercedes le iba q ir mejor de lo que le fue. Nunca paso la valla del 5% y yo estimaba que por lo menos, para esta fecha ya iba a estar en 9 o 10%. Para mí el APRA, sin Meche, es lo mismo de siempre y no va a pasar la valla pero uno nunca sabe. De repente ponen a un aprista corrupto de los que hay por el partido y les va mejor. No sé. Pero les deseo suerte y quisiera que cambien, para el bien del APRA. Un consejo para la gente común: no voten por el APRA. Un consejo para los apristas: exijan la renovación y boten a los que se creen dueños del partido.

Christian Soto