Las últimas semanas hemos sido testigos de casos como la disputa interna dentro del Partido Aprista, el caso Comunicore, las puyas en las redes sociales entre legisladores de diferentes bancadas, pero ha pasado un hecho casi inadvertido que es la conformación de las diferentes planchas al Congreso. En este caso, ante la generalización de esta terrible práctica en la mayoría de “partidos políticos” me quiero centrar en uno: Fuerza 2011.
Para comenzar, no sé si vale la pena decir partido político a un movimiento
que cada cinco años cambia de nombre, cuyo mayor acercamiento a una posible ideología es un apellido de origen japonés, la lideresa es la hija de uno de los presidentes más corruptos en toda la historia del Perú y siendo ese su mayor merito, etc. ¿Qué me estoy desquitando con los fujimoristas cuando todos son iguales? Es que fue una realidad que me toco ver a corta edad, durante mi infancia, y fue la causante de un temprano sentimiento de asco a la política que reinaba por esos años. Figuras como Martha Chávez, Luz Salgado, Carmen Lozada, Joy Wall solo me recuerdan una época oscura de nuestra historia más reciente. Si bien hubo méritos en la lucha contra el terrorismo, no podemos negar que desde un comienzo su gobierno estuvo lleno de mentiras, como establecer medidas económicas que prometió NO iba a hacer en campaña a diferencia de Varga Llosa, dar un golpe de Estado, expropiar los medios de comunicación, torturas, secuestros, etc.
Para no desviarnos del tema, veamos que está pasando hoy en día en esa tienda política: Se ha conformado la peor lista al Congreso de los últimos tiempos (si es posible empeorar aun más), como si el Poder Legislativo fuera un circo, un concurso de farándula, o una retina de antiguas deportistas subcampeonas olímpicas (que si bien es cierto, debe preocuparnos que nuestro mayor éxito deportivo este ligado a una medalla de plata de hace 20 años, ni siquiera de oro). Si quieren empecemos a nombrar: Pepe Vázquez, El Angelito del Once, un agente de seguridad de montesinos, el hermano de la candidata presidencial que no tiene mayor merito a nivel profesional, una enfermera malcriada y pedante, Leyla Chihuan y la última….un neonazi!, sin olvidar a los pseudopoliticos, como Carlos Raffo, cuyo mayor mérito ha sido descubrir que puede expresar todas sus tonterías a través del Twitter.
¿Qué está pasando? ¿Acaso tan bajo ha caído la forma de ver la política, como una expresión de llegar al poder con el único afán de servirse de ello? Pero creo que el mayor culpable son los votantes, aquellos que hicieron a una mujer como Keiko Fujimori la congresista más votada en las elecciones pasadas y cuyo paso por el Congreso ha sido realmente intrascendental, y que hacen posible que haya la posibilidad de vivir 5 años más en un Gobierno sin rumbo fijo y cuyo mayor merito va a ser revivir las sendas que nos llevaron a un abismo moral como en la década pasada.
Está en nosotros, impedir que pase todo esto señoras y señores. Y si bien he hablado en particular del partido fujimorista,creo en mi humilde opinión que este mal se ha generalizado a todos los partidos sin excepción. Luego no lamentemos que no nos sintamos representados por nuestros futuros “Padres de la Patria”
ATT.
Sebastián Uribe Díaz
