viernes, 10 de diciembre de 2010

Elogio de la lectura y la ficción

Ese es el título de su muy emotivo discurso, mucha gente grabará esos momentos en su memoria, en especial el Perú que le debe tanto. Nada menos que un Nobel para un compatriota, y por qué no, para un lasallista excelso. Un personaje tan ilustre como es Mario Vargas Llosa, para mí, un personaje novelesco. Increíble admiración le muestro en estas letrillas. Una larga vida, ya más de 70 años, en donde ha recorrido por diversos rincones de la cultura. Reconocido escribidor, un mil oficios. Ha pasado de registrador de tumbas, redactor de noticias, un poco de actuación y un leve salto a la dirección cinematográfica a periodista, escritor y ganador del Premio Nobel de Literatura 2010. Creo que no está de más dedicarle unas palabras al sabio Vargas, el peruano más universal.

El nombre de dicho escritor está en la boca de todos al igual que el nombre de su país. El Perú está en la cumbre del arte literario gracias a Mario. Fruto de su esfuerzo y trabajo, la grandeza con la que transforma los pequeños cuentos en historias reales, intensas y exaltantes, ese espíritu crítico que nace de cada lector al admirar una de sus diversas obras, ya cuenta con un reconocimiento y el mejor de todos.
Es un momento muy importante a nivel personal. Creo que es un premio individual, pero como él mismo ha mencionado, él es el Perú, así que debemos de estar orgullosos y agradecidos por tener en nuestro país a personas tan maravillosas como él.

Resulta inédito ver que por primera vez en la historia un escritor quiebra su compostura racional y se contiene al borde del llanto para continuar con su magno discurso. Habló de sus primeros años, su vocación, la política, el Perú y su familia. Por primera vez también en la Academia Sueca hubo un aplauso general en medio de la conferencia. Debe ser por puras casualidades del destino que cosas como esas le suceden a un peruano. Realmente un conmovedor y digno discurso para que perdure no solo en la mente de los peruanos, sino en la mente de todas las personas que lo conoce, lo admira y lo respeta.

Por otra parte, en su país natal será también condecorado con la Orden de las Artes y las Letras del Perú y será el primero. Tras estas premiaciones, en Piura y en Arequipa, por mencionar algunos lugares en donde el escritor tiene mayor influencia, se realizaran diversos homenajes como parte de agradecimiento.

Lo último que podemos hacer por él es agradecerle por todo, y no existe una mejor manera de hacerlo que leer y escribir, pero sobretodo seguir soñando, porque sabemos que los sueños se pueden hacer realidad, los sueños pueden hacer posible lo imposible.


Hideki T. Shimabukuro