martes, 11 de enero de 2011

Vida, algo tan simple pero tan complejo.



Reflexionar sobre la vida siempre me nubla la mente. Tantas preguntas que no podemos entender y que, tal vez, nunca entendamos. Hace unos días un amigo mío me preguntó que era la vida para mí, esa pregunta me tomó por sorpresa; "vivo" todos los días pero nunca me pregunté que era la vida, después de unos cuantos segundos de meditación le respondí que la vida era una oportunidad, intrigado por mi vaga y simple respuesta me pide que me explaya, le contesté que era una oportunidad para experimentar lo bueno y lo malo. Yo tampoco estaba satisfecho con esa respuesta pero no venía nada más a mi cabeza, esa conversación nunca tubo final ni continuación, ahí quedó. Esta conversación me hizo pensar sobre la vida y la importancia que esta tiene.





Nuestra existencia es tan minúscula en este universo pero tan importante a la vez. Cada pequeño detalle en este universo tiene su rol por más diminuta que sea, ya que todo está ligado de alguna manera (directa o indirecta); osea si algo cambia, todo cambia. Pongamos un ejemplo para que se entienda mejor: un niño pobre en África, si no existiera no lo podría tomar de ejemplo en esta entrada, no me entenderían igual, no pensarían lo mismo de la entrada, su opinión sobre lo que escribo cambiaría, como ven al blog sería diferente, etc. Ustedes me dirán: "Haber, si no existiera una hormiga"; les respondo, esa hormiga es alimento de otro animal y ese animal de otro a su ves, y esos animales pueden ser alimentos de nosotros, si la hormiga estaba infectado con algo... la cadena alimenticia hace que llegue esa enfermedad a nosotros y si nos enfermamos nosotros cambia todo nuestro entorno, etc. etc.

Simplemente esta entrada fue para plasmar el pensamiento de la complejidad de la vida, mostrar de que cada pequeño detalle cuenta y que seamos más consientes de eso.

Gracias,
Hitoshi Hiromoto.

Arguedas para el mundo

Hace poco empezó el año 2011, y como ya es costumbre el país debía elegir el nombre para el año. Un grupo de congresistas ofrecieron que el año sea nombrado “Año del Centenario del Natalicio de José María Arguedas”; sin embargo, de otro grupo, que estaba conformado  en su mayoría por apristas y fujimoristas, salió la idea de nombrar el año como el “Año del Centenario de los submarinos en el Perú”.

Arguedas es, sin lugar a dudas, uno de los más grandes escritores indigenistas del Perú.  Sus aportes han sido valiosos, donde destaca su visión del país como un uno que está dividido en dos culturas (una andina y una occidental) que tienen que integrarse en una relación armónica. Además, gracias a haber sido criado en ambas cultura posee una capacidad especial de describir la realidad del mundo andino. Finalmente, Arguedas siempre buscó la reivindicación de lo andino. Entre sus obras más destacadas se encuentran Todas las sangres, Yawar Fiesta, Los Ríos Profundos, El sueño del Pongo, en otros. Es por todo esto que considero que este debió ser el año de Arguedas.
No obstante, como ya se mencionó, un grupo de congresistas se resistió a nombrar el 2011 como el año del Centenario de Arguedas. En mi opinión, se propuso el “Año del Centenario de los submarinos en el Perú” solamente porque los mencionados congresistas no estaban de acuerdo con las ideas de Arguedas, ni con su visión del Perú.
Finalmente, el presidente eligió que sea el “Año del Centenario de Machu Picchu para el Mundo”. Yo creo que esta fue la salida más adecuada que encontró Alan García. Además, esta es una medida populista con la que se busca promocionar el gobierno. Por último, lo que se celebraría no sería el centenario de Machu Picchu para el mundo, sino el centenario del descubrimiento de Hiran Bingham, quien dicho sea de paso robó parte de nuestro patrimonio.  Creo que como peruanos que somos deberíamos honrar a Arguedas por los aportes ya mencionados al país.


Rafael Espinal