sábado, 4 de diciembre de 2010

Hola, ¿qué tal?

Bueno, ya acabaron mis finales y ruego porque me haya ido excelente, pero igual no tengo cabeza para saber acerca de qué escribir esta semana. Acabo de cumplir 18 años (algo que no quería) y me siento como de dieciséis, no me siento preparada para afrontar este año más que Dios me regala, pero sí que quiero saber aprovecharlo. Mis hermanos no me regalaron nada (material), pero con el abrazo y la sonrisa que me dieron fue más que suficiente. Mi mejor amiga se va de la ciudad y hoy es su fiesta sorpresa. Mi pitbull no quiere comer y no sé el por qué, es una engreída como yo. Mi mamá me dice que lave, cocine, asee y etc.; y yo le digo, déjame descansar un rato, que egoísta que soy. Mi papá no me dice nada, pero me encantaría que me dijera muchas cosas. No deseo regresar a Lima en verano, pero siento que necesito adelantar cursos. Quiero aprender a tocar piano y quiero hacerlo ya, pero temo que mis torpes dedos no sean muy listos en este arte. Estoy tomando pastillas para la migraña y me estoy despertando muy tarde. Ya me hostigué de pollo y no sé de qué me voy a alimentar. Planeo terminar de leer un libro que abandoné hace ya cinco años. Tengo más de diez colonias y solo me gustan dos. Quiero tener muchos bolsos y solo tengo tres. Extraño mi suave cabello largo y siento que ya no me crece más. Hoy me compraré lentes, porque no quiero quedarme ciega y seré toda una nerd, ¡qué felicidad! Este año no he recibido ninguna carta y me siento apenada, todos los años recibía más de tres. Hoy soñé que un gato me atacaba y fue horrible, aparte que odio a los gatos, son espantosos. Hace mucho que no bailo, espero hacerlo hoy y que me duelan los pies de tantas ampollas que me saldrán. Y pues así estoy, ahora necesito salir y disfrutar este precioso día.


Vania Cervantes Cahua