martes, 16 de noviembre de 2010

¿Qué sentido tiene?


Durante varios años me pregunte siempre: ¿Por qué tenemos que enterrar a las personas que queremos?
Siempre me pregunté quién habrá dado lugar a esa tradición, que a mi parecer no debería seguir dándose.
No le veo el sentido a que cuando un pariente, un amigo o alguien que conocemos muere, tengamos que ir a visitarlo al cementerio como si sintiéramos que es una obligación, compramos flores, algunos incluso gastan un montón de dinero en flores, otros gastan elevadas cantidades en las tumbas, las hacen de mármol y lo mas grandes posibles. ¿Por qué? Me pregunto ¿Acaso la persona que allí se encuentra enterrada sabe que estamos allí? ¿Es capaz de sentir nuestra presencia y lo mucho que gastamos, quizá para compensar de algún modo lo que no se gasto nunca en ella mientras estaba viva?
¿Acaso no es mas lógico darle a la persona que queremos y apreciamos muestras de cariño mientras esta viva?
Por ejemplo, mi mama ama viajar, preferiría mil veces gastar un dineral pagándole un viaje para que sea feliz y disfrute de este que no haberlo hecho nunca y sin embargo cuando se muera, gasto todo lo que quizá nunca gaste en ella mientras vivía, en una tumba muy lujosa y espaciosa del tamaño de una casa. ¿De que le sirve? De nada, ya no siente, ya no es capaz de disfrutar de nada, no tiene sentido.
Quizá no todas las personas gastan por compensar lo que no le dieron en vida a la persona fallecida, pero a lo largo de los años he conocido muchas personas que si, por ejemplo, nunca le compraron a su padre algo que tanto quería o cosas que le gustaban, y al morir este mandaron a hacer una tumba costosa de mármol, y le llevan flores cada semana. Ahora que esta muerto ya no se da cuenta de nada. No sirve de nada.
Lo mejor es darle a las personas que queremos lo que sabemos las puede hacer feliz mientras estén vivas, porque una vez que mueren ya no vale la pena, porque ya no es capaz de sentir nada, lo único que hacemos es intentar compensar lo que nunca le dimos, nada más.


Claudia Pisconti

3 comentarios:

  1. Las personas entierran a sus seres queridos para honrar su memoria. Un lugar en donde se recuerde lo bueno que hizo en esta vida. Es cierto, muchos no aprecian lo que tienen hasta que lo pierden, podría que es mi caso. Uno no es consiente de lo tan importante que es una persona hasta que ya no está, te acostumbras a que este al costado tuyo y cuando no está... es cuando valoras todas las cosas que hacía por ti (por más pequeñas que sean)

    Lo que estoy en desacuerdo contigo es, citando: "porque una vez que mueren ya no vale la pena, porque ya no es capaz de sentir nada". Esta afirmación tuya podría ser no tan verdadera, en verdad no sabemos que hay después de la muerte, no podrías afirmar si sienten o no. El humano piensa que hay algo más y que esa persona que ha fallecido si siente lo que hacemos tras su muerte o quiere pensarlo mejor dicho.

    Saludos y buena columna.

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  2. Hola, estoy de acuerdo contigo. Todos los que hemos vivido la muerte de alguien querido, de alguna manera nos sentimos así. yo creo que lo más importante es expresar tus sentimientos cuando la persona está viva pero también me parece correcto que, cuando ya no está la persona, se le trate de homenajear su vida y expresar tus sentimiento para con ella.

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  3. No es una obligación ir a visitarlos, nadie te lo impone, nadie te impone el enterrarlos y no incinerarlos; sin embargo,si los entierras, es más un deber que una obligación el ir a su tumba. Tal vez ahora lo veas de esa forma, tal vez no has perdido a un ser lo suficientemente querido para darte cuenta de lo que significa el colocar una lápida de mármol o incluso un mausoleo. Intentas darles todo mientras estén vivos para hacerlos felices??? eso es posible? alcanzar la felicidad completa? siempre habrá algo que falte, aun utilizando tu lógica esto es obvio. Pero aun así mi punto no se centra en eso, lo que trato de decir es que aun su tumba sea de oro o de papel, uno siente la necesidad de ir hacia la tumba de esta persona, la necesidad de estar "cerca" de ella. Solo un dolor tan fuerte como la muerte de un ser muy querido puede provocar esta reacción.

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