Decídete a ser el mejor

La decisión sobre que estudiar siempre ha sido dura para los adolescentes. De hecho, creo que sería raro que no lo fuera, estás decidiendo que vas a hacer el resto de tu vida, que profesión vas a ejercer, además de ser la primera gran decisión que afronta uno mismo. Sin embargo, existen siempre ciertas trabas que pueden delimitar tu decisión.

La primera de esas trabas siempre está relacionada con el aspecto familiar. Tu padre siempre va a querer que estudies una carrera que te genere ingresos y que te dé cierto renombre en el ámbito en el que vives. Hay que aclarar, que en el Perú no es igual ser un doctor, un abogado o un ingeniero a ser un sociólogo, antropólogo o filósofo. Creo que todos pensamos que son carreras de igual importancia, y el hecho de establecer jerarquías en las carreras es algo erróneo. Volviendo al tema de la reacción familiar, el ideal sería que entiendan tu situación; sin embargo, pocas veces eso pasa. El joven suele molestarse por eso y muchas veces termina por estudiar una carrera que no es su preferida.

Hay que entender que lo anterior no es culpa de nuestros familiares. Ellos están preocupados por tu futuro, más que nada por tu futuro económico. Ese argumento de por si no es del todo descabellado, porque entendiendo la realidad peruana es muy difícil que un sociólogo gane más que un ingeniero minero. Sin embargo, están equivocados al afirmar que uno como sociólogo, filósofo o antropólogo no pueda tener éxito económico. A lo que me refiero es a que uno puede ser lo que quiera, uno puede estudiar la carrera que quiera, uno es libre de hacerlo y puedes lograr éxito siempre y cuando te comprometas a ser el mejor en tu especialidad. ¿Es eso muy difícil?

(Aclaración: Use sociología, antropología y filosofía como ejemplo porque generalmente se cree que ellas no generan un gran beneficio económico. Lo mismo sucede con el caso de las ingenierías que usualmente se cree que generan un gran beneficio.)

Rafael Espinal