Comamos con sentido

Ya estamos a pocas semanas de la Navidad y es increíble lo rápido que se ha pasado este año. Lo que es usual es este tipo de festividades es el rico panetón y el delicioso pavo. Pero el pavo no es solo en la época de Navidad, sino también en el día de Acción de Gracias que se celebró ayer en Estados Unidos. Pero la pregunta es: ¿cómo es que llegan los pavos a nuestras mesas? ¿Cómo los crían y los tratan antes de que lleguen a las bocas de los comensales?

Hace unos días, leí en el Diario El Comercio una noticia acerca del proceso que se llevaba a cabo en una carnicería en Minnesota, Estados Unidos. Publican además un video en donde muestran cómo es que tratan a los pavos bebés para iniciar con el proceso de crianza acelerada. “The Humane Society”, la organización más grande en Estado Unidos que vela por la protección de los animales, realizó un estudio del trato de los pavos. Es así como decidieron enviar un investigador al criadero Willmar Poultry Company, el más grande criadero de pavos en el país.

La documentación del investigador durante su estadía en aquella industria fue la siguiente:

·         Las aves que se encuentren enfermas, deformes o heridas son arrojados a unas máquinas trituradoras.

·         Les cortan los talones y las alas sin ningún tipo de analgésico. En una máquina colocan la cabeza de los pavos y le amputan el pico con un láser.

·         Arrojan a los pavos enfermos y heridos en contenedores de plástico o los dejan sufrir en el suelo durante todo el día hasta que alguien los lance por un tobogán de una máquina de moler.

La antes mencionada organización propone que las granjas industriales deben utilizar métodos más “humanos” para matar a los pavos, como por ejemplo, el asesinato de atmósfera controlada (CAK) que consiste en matarlos sin dolor alguno, mediante una mezcla de gases.

Los animales, al igual que nosotros, también tienen derechos y personalmente, creo que estas acciones no se deben permitir. No estoy de acuerdo con el maltrato de animales. Es cierto que nos alimentamos de ellos porque estamos arriba en la cadena alimenticia, pero eso no significa que podamos tratar a los animales como se nos antoje. Debemos tener en cuenta que ellos también tienen sentidos y sentimientos  y que no debemos maltratarlos. Los animales que tienen como fin servir de alimento deben ser criados de una manera especial, en condiciones que les ofrezcan un mejor bienestar y buscar un modo de matarlos causando el menor daño posible.

También he escuchado casos en donde se maltratan a los ganados como las vacas y las cabras, delitos que también sucedieron en Estados Unidos. Estos animales sufrían al ser degollados y despellejados estando aún con vida. Si una persona es partícipe de estas imágenes en el mismo lugar de los hechos, estoy seguro que se llevaría un gran impacto. Es importante saber de dónde vienen los productos que comemos y ante todo, estar informados.

Hideki T. Shimabukuro